Una pregunta que muchos se pueden plantear en alguna etapa de su vida y en muchas ocasiones detenidos por la falsa idea que asistir a terapia es para "los locos". Realmente la mayoría de las personas que van con algún psicólogo es porque buscan respuestas y solución a sus conflictos, problemas o alguna situación que parece no tener solución. Algunas otras personas, asisten porque desean algo mejor, desean crecer como personas, son personas con la ambición de llegar más alto y superarse. ¿Acaso estas personas están "locas"? Sus razones me parecen lo suficiente "cuerdas" o "sanas".
Los motivos de este blog, es que usted como lector, conozca los beneficios reales que una persona obtiene al solicitar los servicios de un psicoterapeuta. Hay tantas cosas que no conocemos, incluso de nosotros mismos, y en muchas ocasiones este material desconocido puede ser un estorbo en nuestra vida cotidiana, en nuestras relaciones de pareja, con nuestras familias, amistades, conocidos, incluso en la escuela y/o trabajo. ¿No sería estupendo que pudiéramos solucionar nuestros problemas conforme vayan surgiendo en nuestra vida? Un terapeuta no te resolverá la vida ni todos tus problemas, pero te ayudará para que puedas solucionarlos por tu cuenta. El trabajo del terapeuta es identificar las áreas en las que tu, como paciente, tienes problemas y guiarte a través de preguntas y comentarios hacia esa tan anhelada respuesta.
Mucha gente pregunta, ¿cuánto tiempo dura la terapia? Mi respuesta particular para con los pacientes es: "el tiempo que sea necesario para que tu vida te sea agradable"; y agrego: "no es bueno forzar las cosas, cada mente tiene diferentes tiempos para descubrirse a sí misma". Esto parecería una respuesta sin respuesta, pero pronto la gente lo comprende. La mente tiene que descubrirse a sí misma para que surja un cambio y para que éste sea permanente. Tome en cuenta lo siguiente: "Toda nuestra vida hemos recibido consejos de una infinidad de personas, ¿cuantas veces has seguido o te han servido esos consejos?" Seguramente la respuesta más común será: "pocas veces" o "ninguna". La razón es simple, esos consejos que nos proporciona la gente, no están adecuados a nuestra vida, ya que, como sabemos, todas las personas son diferentes y únicas. En otras palabras, necesitamos encontrar nuestras propias respuestas basándonos en nuestras propias experiencias. Podemos utilizar las experiencias de otros para aprender, pero esas experiencias deben ser adaptadas a nuestra vida y es aquí donde la ayuda de un profesional sirve de mucho.
Las personas que asisten a terapia, pronto se dan cuenta que sus vidas se transforman, las cosas ya no son lo que solían ser, las relaciones con sus familias cambian drásticamente (para bien), establecen comunicaciones que creían inexistentes con las personas de su entorno, buscan y aprovechan oportunidades (personales y laborales), mejoran su desempeño escolar y laboral, los problemas que antes les agobiaban se vuelven risorios, ridículos. Esto no quiere decir que los problemas simplemente desaparezcan, simplemente las personas adquieren herramientas para solucionarlos de una mejor manera y sin tanto estrés; y al sentirse escuchados y apoyados les resulta más sencillo.
No pretendo engañar a nadie diciendo que asistir a terapia sea algo fácil. Siempre que inicio terapia con algún paciente, le aclaro a éste que "no será fácil", que "requiere de mucha fuerza, coraje y dedicación". Solo aquellas personas que realmente deseen tener una vida mejor y encontrar una solución a sus problemas podrán lograrlo. Descubrirse a sí mismo significa darse cuenta de no solo los aspectos positivos de nosotros mismos, sino también, de nuestro lado más oscuro, nuestros miedos más ocultos, incluso, ocultos de nosotros mismos. Como dice un proverbio chino "enfrentar al dragón interno". Pareciera una actitud algo pesimista o demasiado grande para nosotros, pero la terapia no es mandar al paciente contra el "dragón", realmente la terapia es para preparar a la persona para enfrentarlo y saber que estará apoyado en el momento que lo haga.
Esto no es algo dicho simplemente por un terapeuta, sino también como un compendio de la experiencia desde el otro lado, como paciente. Así que la decisión final de asistir a terapia o no, será tuya, estimado lector, y si aún no estás convencido, abro la cordial invitación a que visites este humilde blog ocasionalmente para ver los nuevos artículos que se proporcionarán acerca de cosas cotidianas, análisis de situaciones y de la vida. Pero, si en verdad deseas encontrar las respuestas a tu vida, te invito a asistir a terapia.
Me despido por el momento y te agradezco enormemente estos minutos de lectura y espero que en esta ocasión y las posteriores, sirvan para mejorar tu calidad de vida.
Mtro. César Guerrero, Psicoterapeuta.
Excelentes motivos para darnos cuenta de la necesidad que tenemos, como personas, de ser ayudadas de una forma distinta; muy buen articulo y mucha suerte en esta nueva etapa!!!….saludos.
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